El tatuaje por escarificación consiste en hacer dibujos en la piel por medio de las cicatrices. En el proceso de escarificación, las cicatrices se forman a base de ir cortando la piel, de manera que con esos cortes vamos realizando el dibujo que deseamos.
Este puede ser por cortes, superficiales o profundas, y quemaduras por fuego, frío u otro agente químico.
Estas heridas producen una costra color oscura, resultante del tejido muerto.
Hay dos tipos de escarificaciones:
1. Branding, que es hecha a través de quemaduras, de tercer grado. Hay dos tipos de branding uno se llama strike, en donde el artista caza un pedazo de metal forjado con la figura deseada, le aplica calor, y a la piel del sujeto. El otro tipo es llamado cautery, el cual el artista agarra un electro-cauterizador y te hace el dibujito en vivo y en directo en tu piel.
2. Cutting, que son cortaduras, hechas con una navaja quirúrgica, generalmente numero 11 o 15. En ocasiones, el procedimiento es a base de sacar pedazos grandes de piel de piel (“skin removal”) haciéndola muchísimo mas dolorosa.
Hay muchos motivos por los cuales la gente recurre a la escarificación. Estéticamente, las escarificaciones son por lo general más visibles sobre la gente más oscura de piel, en las que los tradicionales tatuajes de tinta no son tan visibles.
Hay también muchas personas que se hacen este tipo de tatuaje por motivos religiosos y sociales. Según alguna creencia tribal en África, produciendo cicatrices sobre niños recién nacidos se ayuda a la prevención de ciertas enfermedades.
Dentro de la escarificación encontramos muchas variables, según el tipo de piel, la profundidad del corte, y cómo la herida es tratada en el proceso de cicatrización, ya que si la herida se infecta, y cuanto más días dure la infección y más fuerte sea esta, más pronunciada será la cicatriz.